domingo, 17 de junio de 2012

Día 57. Controlado.

Por ahora, el plan diario empieza temprano. Lo subo a la azotea, donde tiene su amplio apartamento, y le pongo su plato de comida seca. Me aseguro de que el cacharro con agua fresca lo tiene bien lleno. Cuando aprieta el calor lo bajo un rato al baño, hasta que empieza a aflojar la temperatura y, entonces, lo vuelvo a subir a su chiringuito, pero antes le pego una regada al lugar para rebajar un poco el calor acumulado. Ya, por la noche, lo devuelvo al baño e inicio el protocolo médico. Sigo con las curas de la herida de la nariz, que no ha vuelto a supurar, pero con menor frecuencia para darle tiempo a la creación del nuevo tejido. No se, no se, ... ¿se terminará de cerrar el agujero? ¡¡Uf!! es una duda que me inquieta. La gengivitis se ha reducido y ya no he vuelto a encontrar sangre en la zona ¡¡genial!! Cada vez que le hecho el antiséptico en la boca, ahí donde tiene la infección, se ve que no le hace mucha gracia porque se retira. Bueno, la verdad es que no conozco a ningún gato que se deje trastear la boca, y éste, a pesar de ser tan noble, no iba a ser menos.


2 comentarios:

  1. ¿has probado a darle pescado fresco? Como sabes mi Max tiene muy reducida la capacidad de tragar por el tumor de la garganta. Sin embargo los boquerones ¡en filetes: limpitos sin cabeza y sin espina! se los traga enteritos empezando por la cola que no la quito. Aprovecha que es ahora temporada

    ResponderEliminar
  2. Éste ya es capaz de comerse al Mani "empanao". De todas formas, muchas gracias por elconsejo, niña. Un besote!!

    ResponderEliminar