Por la mañana, volví a limpiarle la nariz con el bastoncillo
y volví a fijarme en ese trocito que se movía al tocarlo como si estuviera
prácticamente suelto. Pensé que tal vez pudiera ser un obstáculo para que se le
cerrara bien la herida, así que cogí una pinzas pequeñas y se lo quité sin
esfuerzo alguno. Cris se resistió un poco porque le dolía pero como es tan
noble el “tío” pues todo salió bien. Justo después le limpié la herida con agua
oxigenada y le puse algo de colirio (como ya he hecho en otras ocasiones para
que no se infectara). Durante un rato me ausenté de casa y a la vuelta me
encontré a Cris más quieto de lo normal y me extrañé porque, cuando está suelto
en el jardín, suele venir en busca mía cada vez que me siente entrar en casa.
Estaba lamiéndose, me acerqué a él y descubrí que tenía dos arañazos, poco más
que superficiales, en la cabeza y algo así como un mordisco en el antebrazo
derecho delantero (tal vez ésta no sea la manera más correcta de describir la
anatomía felina, pero es que no se hacerlo mejor). Le desinfecté las heridas
con agua oxigenada y lo dejé dentro de casa, reservado y descansando. Sospecho
que debió de tener algún tipo de encontronazo con un gato “cani” que suele
colarse en casa para comerse la comida que les pongo a Verde y Cris. Verde no
se mete en líos y ni siquiera le planta cara. Me da en la punta de la nariz que
el noble de Cris debió de acercársele a ese prenda gatuno para charlar un rato
de cosas de gatos y, en lugar de un abrazo de colega, se llevó un ataque al más
puro estilo callejero.
Hola! Me hubiera gustado haber podido escribirte a tu correo pero no soy muy hábil con los blogs así que decidí dejarte mis comentarios por aqui. A penas hoy me topé con ésta maravillosa historia que has estado escribiendo sobre la recuperación de Cris y la he leído toda de golpe tremendamente conmovida. Espero que todo esté de maravilla con él puesto que no has publicado más desde hace meses y me encantaría saber cómo va su recuperación. Quiero de verdad agradecerte por todo lo que has hecho (y no solo para Cris sino para tus otras gatas también), porque ha sido una labor titánica la de practicamente revivirlo y eso es algo que tristemente pocas personas hacen. Descubrí en cada uno de los posts una enorme dedicación y cariño que me sacaron muchas lágrimas y un alivio indescriptible al ver el grandioso progreso que el pequeño presentó con el paso del tiempo. Como dueña de un gato entiendo tu cariño por ellos y al haber rescatado en diferentes sentidos a ese mismo gato entiendo perfectamente tu esmero a pesar de que mi situación no se compara con la tuya. Me siento muy feliz de haber encontrado una persona que tenga tan enorme corazón y que no le pese cuidar y abrigar con tanta devoción a otro ser con necesidad. De verdad... G R A C I A S.
ResponderEliminarTienes toda la razón, Scandra. Aún me resisto a su pérdida. Ayer, dando una vuelta por mi pueblo, vi de lejos a un gato que se parecía bastante pero cuando quise ir en su búsqueda, desapareció.
EliminarTe agradezco tus cálidas y amables palabras, Scandra, y que te pases por aquí para leer las aventuras de Cris que, por cierto, lamento comunicarte que desapareció hace bastante tiempo ya. Ah, por cierto, eso que hice por Cris fue gracias a que él era un gato especial y me llegó al alma, el mérito es suyo. Un fuerte abrazo y cuídate mucho
ResponderEliminarLamento enterarme de la desaparición de Cris y solo espero que haya sido para bien. Estuvo con todos nosotros el tiempo suficiente para dejarnos muchas lecciones y creo que eso nos dejará siempre una buena sensación. Muchos saludos y abrazos!
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